Las casas se localizan en la ladera de una montaña que mira al precioso valle de Miravalles y a la Reserva Natural del Sueve. El entorno es de una belleza que cautiva desde el primer momento. La aldea, muy tranquila pues no tiene más de una docena de casas, está rodeada de prados verdes, pumaradas, bosques y senderos.
Las edificaciones son un ejemplo de la arquitectura tradicional asturiana y sus interiores se han cuidado al máximo creando ambientes acogedores y cálidos.
Ideal para todos aquellos que quieran disfrutar de la naturaleza y tranquilidad sin renunciar al bienestar.Llugarón II está rehabilitada según la arquitectura tradicional de la zona y está pensada para un uso familiar.
Sus suelos y techos son de madera de castaño por lo que las habitaciones no están insonorizadas y pueden escuharse los ruidos de arriba a abajo y viceversa.